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The Workers Lab se complace en compartir los hallazgos de la segunda fase de nuestro proyecto de aprendizaje de trabajadores independientes. El propósito de este proyecto es para llegar a entender más sobre los trabajadores independientes y sus motivaciones para hacer este trabajo independiente; los desafíos a los que se enfrentan; y las soluciones que impactarían a los trabajadores independientes personalmente, a sus familias, y a su trabajo. La primera fase del proyecto produjo un análisis de la investigación existente. Los hallazgos de la segunda fase presentados en este último informe surgieron de la investigación participativa que incluyó a más de una docena de grupos de discusión y varias sesiones de análisis participativo dirigidas por un conjunto increíblemente diverso de trabajadores. Este informe marca el comienzo del plan de The Workers Lab para ayudar a construir un mayor esfuerzo de defensa de los trabajadores independientes a nivel nacional.
Este proyecto se inspiró en la realidad, basada en evidencia, de que realmente no sabemos cómo trabajan millones de personas en este país. Las medidas del trabajo informal y no estándar – o, como lo llamamos en este informe, el trabajo excluido – son confusas e inconsistentes. Dependemos principalmente de categorías y medidas que se desarrollaron hace décadas y se basan en un modelo de empleo a largo plazo, de tiempo completo, de contratación directa y limitado, un modelo que solo fue la norma para los hombres blancos. Millones de trabajadores luchan por verse a sí mismos en estas medidas. Los jornaleros, los trabajadores domésticos, los creativos, los artesanos, los trabajadores agrícolas, los choferes de rideshare, los trabajadores sexuales, los trabajadores estacionales y más se vuelven invisibles y los desafíos que enfrentan siguen sin resolverse.
Pero no fue sólo un problema de datos lo que nos inspiró. También fue un sentimiento. La sensación de que muchos de nosotros no nos vemos representados en preguntas de encuestas simplificadas y categorías binarias. Que las “soluciones” de las que escuchamos hablar no nos importarían, porque las personas con poder no nos han escuchado a nosotros, a nuestras familias y a personas como nosotros.
Este proyecto reúne a personas que han tenido ese sentimiento. Los reúne en diferentes sectores, geografías, edades, identidades raciales y étnicas, identidades de género, discapacidad y estados de documentación. Nuestro equipo de investigación, al igual que nuestra población participante, está formado por gente queer, inmigrantes, personas negras y morenas y personas discapacitadas. Cuestionar las categorías no es sólo un ejercicio académico en busca de un número exacto, sino también una parte de nuestras vidas e identidades, día tras día.
Este proyecto es hecho por y para cualquiera que no se haya visto reflejado en los informes laborales mensuales, que alguna vez se haya sentido confundido por una pregunta de una encuesta, que haya sido omitido en una entrevista debido a su acento o su tartamudez, que no conteste el teléfono del encuestador por temor a ser deportado. El proyecto centra estas experiencias, estos sentimientos, como punto de partida del conocimiento, como experiencia tan válida como la revisión por pares o el muestreo representativo. Esperamos que el impacto de este informe sea el comienzo de esfuerzos más productivos para resolver problemas entre las personas en el poder que toman decisiones sobre el trabajo independiente y los trabajadores independientes, y que esos esfuerzos no se centren en los intereses y experiencias de instituciones o empresas o tecnología o robots, sino más bien centrado en estos trabajadores y sus familias que necesitan que el trabajo independiente sea mejor de lo que es ahora. Ha sido un largo viaje hasta aquí, y aún queda mucho por recorrer, hasta llegar a un mundo en el que todo trabajo sea un buen trabajo y todos los trabajadores sean respetados como expertos de sus propias vidas, pero esperamos que este informe sea un pequeño paso en el camino.